Así como si nada tus palabras vapulean mis sentidos y me quedo mareada, como borracha.
Tus idas y vueltas me confunden, no logro comprender que carajos es lo que querés.
Hoy te morís de ganas de patear el tablero y , por una vez en la vida, hacer lo que deseas desde siempre...
Mañana, en un inesperado giro en el aire, me escupís en la cara que tu amor tiene destino fijo.
Y yo me quedo así, como perdida, confundida.
Te acordás cuando jugábamos al gallito ciego? Te vendaban los ojos y te giraban cien veces,
cuando te soltaban no podías dar ni un paso sin cagarte de un golpe. Así me quedo.
Un rato, después empiezo de nuevo a juntar los pedazos y me rearmo.
Hasta que el ciclo vuelve a comenzar... y yo lo permito y me convierto en tu cómplice perfecta, te sigo el juego, me engancho, me entrego completita para que cuando el miedo y la culpa te venzan una vez más, vuelvas a vendarme los ojos y comiences a girarme...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario